Todos los integrantes del espacio estaban muy preocupados por lo que estaba ocurriendo, el Sol era el último en darse cuenta de lo que estaba sucediendo en su Sistema Solar, el planeta Tierra estaba extraño. El Sol llamó a todos para pedir una explicación de lo que estaba ocurriendo.

-Nuestro amigo el planeta Tierra ya no es como antes, es muy diferente, ya no es alegre, vivaracho ni entretenido. No quiere hablar con nadie y prefiere que lo dejemos solo, estamos desesperados porque no sabemos cómo podemos ayudar - Exclamó Saturno. -Es una situación muy grave, ¡No entiendo por qué no me lo habían dicho! -Respondió el Sol muy molesto-. -La Luna T es la más cercana, tal vez sepa lo que está pasando al planeta Tierra - Dijo Marte-.

El Sol ordenó a que averigüen, la Luna T estaba muy hermosa escuchando la canción de un grupo de sapos que estaban enamorados de ella, en eso fue sorprendida por la visita de dos Lunas de Marte, M1 y M2. Ella estaba muy triste porque su planeta estaba muy mal, se reunió con los miembros de la familia espacial, pidió disculpas por no haberse dado cuenta de esa grave situación. Fue entonces que llamó al Doctor Inter Galactic y éste atendió al planeta Tierra, aunque el planeta se negó a ser atendido pudo sacarle algunas muestras de sus mares, ríos, océanos, atmósfera y sus suelos.

El Doctor estaba profundamente destrozado por los resultados tan fuertes que obtuvo, muchos ríos se secaron, millones de aves, insectos y animales ya no existían, los océanos aparecían teñidos con una sustancia negra y viscosa. La especie humana estaba en peligro y ellos no se daban cuenta. Entonces el Doctor acudió al Dios del Universo completo, Aquel que siempre estaba disponible a todos y podía solucionar cualquier cosa que se presente.

-¡Oh Dios del Universo Completo, el Planeta Tierra está gravemente enfermo! ¡por favor, tienes que ayudarme, no sé qué hacer! -Dijo el Doctor-.

-No podemos intervenir, solo los habitantes de la tierra pueden hacerlo, les dí una mente para pensar y un corazón para amar. De ellos depende tener un lugar sano y bello, ¡No te impacientes, todo pasará!

El Doctor Inter Galactic se sintió tan impotente pero confío en Dios, fue a informar a la familia espacial sobre su visita al Dios del Universo Completo. La Luna T se sentía tan mal por no haberse dado cuenta, entonces se le ocurrió decir a sus sapos que informen a los habitantes de la tierra que todos estaban en peligro. Los sapos se comprometieron a visitar a sus amigos animales que habitaban en la tierra.

En la parte más alta de un cerro Flora, Marisol y Feliciano, una puma, una cóndor y un zorro estaban observando la ciudad, había muchas luces y muchos edificios, las personas se movilizaban mucho, los niños patinaban en las veredas. Se percataron de que ese lugar ya no era como antes porque no se veía los grandes árboles en su lugar había grandes edificios, no había césped en su lugar había mucho asfalto, los lagos azules se convirtieron en lagos verdes, los arroyos refrescantes se secaron, había humos saliendo de las fábricas, lo que dificultaba respirar aire fresco, no entendían qué estaba pasando.

Al día siguiente llegaron los sapos, vieron muy entristecidos a sus amigos Flora, Marisol y Feliciano pero al ver la razón de sus tristezas, sintieron lo mismo. Toby, uno de los sapos les invitó a dar un paseo por la ciudad para que puedan observar pero ellos tenían mucho miedo, finalmente pudieron ir. Pasaron por un antiguo parque donde había un pequeño arroyo, pero ¡Ya no existía! se había secado, desde lejos se observaba a un camión de basuras arrojando los desechos a orillas del lago mientras se teñía de color verde. Fueron al pequeño bosque cercano pero ¡Ya no existía!, los hombre y maquinarias se encargaron de talar todos los árboles que algún día le dieron sombra y buenos frutos, muy afligidos, se acercaron al mar y escucharon un llanto muy fuerte, era la Foca Paco, se había cortado las aletas con un pedazo de lata que tiraron los humanos al mar. Ya que la situación era bastante lamentable, los sapos se armaron de valor y se acercaron a un hombre. - ¡La tierra está muy enferma, ustedes son los únicos que pueden salvarla! -Exclamó Toby-. El hombre lo miró fijamente pero no entendía lo que el sapo decía y se fue de allí.

Estaban muy desesperados porque no sabían cómo comunicarse con ellos, Marisol dijo que su amigo Pancho podría ayudarlos, Pancho era un perico muy hablador podía comunicarse con animales y humanos, era el candidato más apropiado para esta misión. El perico aceptó ser parte de la misión, se acercó a Wanda, su dueña y le dijo la situación tan lamentable que pasaba la tierra, Wanda no se había dado cuenta de eso, estaba abatida porque también fue parte de la contaminación, inmediatamente fue a contar a sus familiares, amigos y vecinos, en ese momento el Dios del Universo Completo les recordó que tenían un corazón y una mente, ablandó sus corazones y abrió la mente de las personas para que puedan trabajar en mejorar el lugar que alguna vez fue muy bello y sano.

Todas las personas de la ciudad, del país y de todos los continentes se unieron para mejorar su medio ambiente, reciclaron las basuras, plantaron muchos árboles de diferentes especies, evitaron usar bolsas de plásticos y ya no quemaban basuras, poco tiempo después todo iba mejorando, los animales no temían a los humanos y los humanos no temían a los grandes animales, no había necesidad de zoológicos ¡Todos eran libres! Aprendieron que el medio ambiente es su hogar, el lugar más hermoso que Dios nos regaló y debemos atesorar, tuvieron el hábito de cuidar lo que les rodea. Mientras tanto, la familia espacial estaba organizando una gran fiesta por la recuperación de su querido integrante, el Planeta Tierra, fueron invitados el Dios del Universo Completo, los sapos, el Doctor Galactic y las galaxias cercanas a la Vía Láctea. El Sol muy conmovido agradeció al Dios del Universo Completo por dar una oportunidad más de poder disfrutar la salud y el bienestar del querido Planeta Tierra. Fue la mejor fiesta que el universo pudo presenciar, nunca antes estuvieron tan felices de poder compartir juntos, sin enfermedades, sin contaminación, sin tristezas ni preocupaciones. ¡El planeta Tierra estaba sano y muy feliz! Desde esa vez, cada día el Dios del Universo Completo, ablandaba los corazones de los seres humanos para que puedan cuidar su hogar y no para destruirlo.