El Dr. Kermit G. Davis, de la Sociedad Internacional de Biomecánicos (International Society of Biomechanics), en un artículo publicado este mes, destaca la importancia de los espacios ergonómicos en esta nueva normalidad y cómo necesitamos conocer acerca del tema para evitar las implicaciones que un espacio de trabajo incorrecto pueda tener en nuestra salud.
Un objeto ergonómico, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, es un objeto, de mueble o de una máquina adaptados a las condiciones fisiológicas del usuario, es decir que esto puede ir desde un escritorio, hasta una silla, un aparato médico o científico. Los objetos ergonómicos son más comunes de lo que pensamos, algunos de los más conocidos son aquellas sillas de altura ajustable mediante una palanca en la parte inferior, también escritorios con extensiones para las computadoras, entre otros.
Las prácticas ergonómicas llegaron a Latinoamérica en la década de los 60, haciendo su primera aparición en Brasil, y años más tarde a México. Antes el término “riesgos ergonómicos” solamente se usaba para trabajos pesados donde podrían haber riesgos físicos evidentes, sin embargo, gracias a la evolución y los cambios que hemos visto en esta nueva normalidad, ahora un trabajador de oficina, un alumno, o un profesor, podrían sufrir las mismas consecuencias físicas que un trabajador de una planta de petróleo.
El Dr. Davis, en su nuevo artículo habla de cómo la pandemia del COVID-19 obligó a que los espacios de trabajo, como las oficinas y las escuelas, se cerraran y las personas fueran obligadas a trabajar desde sus casas. Se envió una encuesta a los alumnos y el staff de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, para que mostraran con una fotografía el espacio de trabajo que han están utilizando estos meses, y una foto de ellos trabajando en ese espacio. Las recomendaciones que se adjuntaron de regreso a los participantes iban desde la altura de sus sillas, la cantidad de luz, la postura de la persona, la posición de la computadora, y hasta si sus pies tocaban el suelo o no.
Además, el Dr. Davis hace algunas recomendaciones sobre cómo hacer modificaciones sencillas caseras, ya que muchas personas no se pueden adaptar a soluciones profesionales que son más costosas. Primeramente, recomienda familiarizarnos con las funciones que tengan los muebles que frecuentamos, desde la altura, los descansabrazos, la forma y las funciones, para poder modificarlos de acuerdo a lo que se moldee a nuestro cuerpo. Sin embargo, si el usuario no cuenta con muebles de este tipo, algunas de las soluciones que podría usar son:
Ejemplos de posturas correctas e incorrectas. Freepik/ssstocker.
Sea para largo o corto plazo, esta nueva normalidad nos vino a decir que tenemos que aprender a adaptarnos, y los espacios ergonómicos son parte de esto, ya que presentan una gran variable en nuestra salud durante la cuarentena. Nos ayudarán a evitar enfermedades esqueleto-musculares, adquirir una buena postura, tener mejor desempeño en nuestro trabajo, y representarán una inversión a largo plazo, para mejorar nuestra salud y el área de trabajo a la que nos dediquemos.
Por Fernanda Ibáñez para el Observatorio de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Licencia CC BY 4.0
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